jueves, 29 de noviembre de 2012

Wigan 0-2 Manchester City. Los Citizens se mantienen invictos y siguen a la alza.

El conjunto de Mancini no exhibe un gran juego, pero le basta para ganar y mantener el pulso al United.

El Manchester City visitaba el DW Stadium conscientes en no repetir los mismos errores que le privaron de la victoria hace apenas tres días contra el Chelsea de Benítez. Sobre el tapete, el Wigan de Martínez no era un rival consistente y los Citizens pese a no estar desplegando un juego excelente han ido superando con éxito cada jornada. Como si de una carrera de 400 metro vallas se tratase saltaban cada obstáculo sin estilo grácil, pero con eficacia. Muchos aficionados opinan que “si jugando tan mal, vamos segundos, a 1 punto del líder, en cuanto mejoremos no tendremos rival...”. Y es que la esperanza de un juego mejor pasaba por el encuentro contra los Latics.

Y la idea parecía que se plasmaba en el césped en los primeros minutos. Salvo un par de sustos sin demasiada importancia en la portería de Joe Hart, los chicos de Mancini dominaban el encuentro. Los mejores del partido estaban siendo David Silva y “Kun” Agüero. El primero se encargaba de repartir juego, con creatividad, fiel al estilo del canario que tan famoso le ha hecho en las islas. El segundo gambeteaba velozmente, y cuando no había espacios, se metía entre líneas marcando la jugada a un Balotelli más calmado de lo habitual.

Las jugadas pausadas del City quizá desesperaban en ocasiones, pero era cuestión de tiempo que una de esas combinaciones eternas de los visitantes culminase en el primer gol. Si no llegaba el tanto sólo era por pequeñas imprecisiones de los de Mancini en cuanto subían una velocidad más.

Corría el minuto 69, cuando Mario Balotelli cumplió lo anunciado durante todo el partido. Barry disparó desde media distancia pero despejó al centro del área Al Habsi. Fue entonces cuando el italiano, cual bisonte recién marcado, se dispuso a marcar gol sí o sí. Innegociable. Y es que tras imponerse por la fuerza a los defensas disparó a matar pero se lo paró de nuevo el portero del Wigan, y tuvo que ser ya en el tercer tiro de los Citizens el que llegara a la red. Innegociable. Si Al Habsi despejaba 100 veces, Balotelli dispararía 101. Innegociable y punto.

A partir de ahí todo fue para los visitantes. Como se suele decir: lo más difícil era abrir la lata, y con todo lo que sufrieron, ahora tocaba disfrutarlo. Roberto Mancini metió a Milner en el campo y éste le respondió con un disparo-obús que se convirtió en el gol de la jornada. Tiró con toda el alma el inglés y el disparo se fue abriendo haciendo inútil la estirada de Al Habsi.

Todo acabó 0-2 y con tranquilidad para el equipo de Manchester. Los tres puntos se quedaban en su bolsa, siendo ya 20 los partidos en los que no conoce la derrota. Y ojo, siendo el único de las cuatro divisiones inglesas que todavía permanece invicto.

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