El Man City dejó escapar una ventaja de 2 goles.
Los de Manuel Pellegrini asediaron a los Clarets en el primer tiempo con las anotaciones de David Silva y Fernandinho, pero bajaron los brazos en el complemento y se dejaron empatar un partido que tenían en la bolsa.
El Manchester City impuso un ritmo alto desde el arranque del partido, aún sin conocer el resultado final del Chelsea en Southampton. Con sólo cinco minutos transcurridos, Martin Demichelis terminó rebotando en un contrario un balón que llevaba bastante veneno.
Una ocasión y otra se alternaban entre los Citizens. Así, hasta que Silva no desaprovechó una jugada colectiva a pase final de Jesús Navas para romper el 0-0 inicial. El City no quitó el pie del acelerador y siguió en su empeño de perforar la portería de Tom Heaton. Samir Nasri estuvo muy cerca de conseguirlo poco antes de que Fernandinho recogiera la pelota desde la frontal del área y pusiera el 2-0 con un disparo magistral que acabó colándose de campanita.
La segunda mitad se presentaba calmada para el vigente campeón de la Premier League. Se confirmaba la igualada de los Blues en el St. Mary's Stadium y los locales ganaban en casa al penúltimo clasificado de la tabla. Pero el Manchester City salió adormecido y así lo evidenció George Boyd en una llegada que mostró los desajustes del equipo celeste en su retaguardia. El tanto debió de haber sido invalidado por un claro fuera de lugar, pero el Burnley no tuvo la culpa de dicho error arbitral. 2-1 y con todavía mucho por delante.
El gol le sentó muy bien al club visitante, que se encontró a un Man City desconcentrado tras la anotación concedida. Pellegrini trató de remediarlo y dio entrada a Stevan Jovetic. Sin embargo, los Clarets, que venían de sufrir un auténtico baile en la primera parte, fueron tomando confianza e inquietaron peligrosamente la meta de Joe Hart en diversas oportunidades, sobre todo cuando Danny Ings tuvo el 2-2 con un tiro que se marchó rozando el poste del cancerbero.
Tanto fue el cántaro a la fuente que al final lo rompió Ashley Barnes con asistencia de Michael Keane después de un remate proveniente de una falta y que terminó condenando a un City que jugó con fuego desde el comienzo de los segundos 45 minutos. El empate mantiene a los de Manchester a 3 puntos del liderato, rompiendo con una racha de 9 victorias consecutivas y tirando a la basura la chance de cerrar el 2014 a solamente 1 unidad del Chelsea.