La clasificación de los Citizens nuevamente pende de un hilo.
Luis Suárez encarriló la eliminatoria con un doblete en el primer tiempo. Manuel Pellegrini volvió a fallar en un partido decisivo y Gaël Clichy fue expulsado a veinte minutos del final.
El Barcelona llegó a Mánchester con la idea de olvidar una semana convulsa en la que perdió terreno en la disputa por la Liga. Ambos equipos, segundos clasificados por detrás de Real Madrid y Chelsea, respectivamente, ven en la competición europea una oportunidad y un objetivo prioritario de cara a salvar los muebles en caso de no ganar el torneo doméstico.
El Manchester City se plantó con el objetivo de superar los octavos de final por primera vez en su historia. Los hombres de Luis Enrique, por su parte, confiaban en la recuperación anímica de Suárez contra un rival que el uruguayo conoce bien tras sus años en Liverpool.
Predominaron las posesiones largas y estáticas de un Barça que ralentizó el comienzo del encuentro esperando a un City que aguardó cómodamente en su cancha seleccionando bien sus salidas al contragolpe. Los dos bandos tomaban muchas precauciones para no cometer errores desde un inicio, pues eran conscientes de lo que se jugaban.
Los culés fueron dominadores y sin profundidad en los 15 minutos del arranque, acompañados sobre el terreno por un City con destellos eventuales de Sergio Agüero como su mejor arma. Parecía que sólo los detalles individuales podían romper el duelo, y así fue. En el 16', un centro de Lionel Messi mal despejado por Vincent Kompany acabó en los pies de Luis Suárez dentro del área, que con la zurda fusiló cruzado a un Joe Hart que veía de nueva cuenta cómo el delantero volvía a batirle, esta vez con otra camiseta.
Con un gol en contra, el Man City se rompió en mil pedazos. Una defensa basada en marcas personales continuamente superadas por la habilidad técnica de los atacantes blaugranas y un ataque incapaz de encontrar un hueco en la zaga visitante. El FC Barcelona comenzó a tocar el balón en campo contrario, llegando a abrumar por momentos al cuadro celeste y a su planteamiento táctico.
De esta manera, en el minuto 30, después de una combinación que abarcó toda la frontal del rectángulo Citizen, Messi dejó en el camino a dos defensores, habilitó a Jordi Alba en la banda, y el lateral, con un pase preciso, encontró a Suárez, quien, anticipándose, consiguió conectar con la pelota para alojar la segunda anotación en las redes de la portería de Hart. El Manchester City seguía roto en todas sus líneas al verse obligado a buscar al Barça en la zona de arriba. Pudieron caer más tantos, pero el árbitro decretó el final de la primera mitad.
El conjunto local reaccionó al principio de la parte complementaria. Volcados al frente, los de Pellegrini robaron protagonismo a los culés, y en apenas diez minutos se vieron más llegadas para los ingleses que en todo el primer tiempo. Llegaron los cambios del actual Campeón de la Premier League, que buscó la estabilidad en la media cancha y más pólvora en la ofensiva. Se dieron muchos córners y chances para los anfitriones, y finalmente, al 69', una coordinación entre David Silva y Sergio Agüero dejó al argentino cerca del área. El 'Kun', avivándose, regateó a Gerard Piqué y, solo, delante de Marc-André ter Stegen, batió por alto al guardameta, recortando distancias.
Sin embargo, el Man City se complicó la vida cuando Clichy vio la tarjeta roja por doble amarilla, dejando a su club con uno menos. Con superioridad numérica, los de Cataluña controlaron la situación, y en el minuto 93, cuando todo parecía estar finiquitado, una incursión de Lionel Messi en el rectángulo azul fue frenada por Pablo Zabaleta. El silbante pitó el penal, Messi lo lanzó a la derecha, Joe Hart adivinó y lo paró, y en el rebote, la 'Pulga', con una palomita, echó el esférico por un lado, dejando así la definición del compromiso para la vuelta el próximo 18 de marzo en el Camp Nou.